La estación que me espera
Esta tarde iré a dar mi clase semanal de español, en un lugar muy particular: la estación de Santa Apolónia.
Quien haya llegado alguna vez en tren a Lisboa habrá acabado seguramente su recorrido en este lugar. Al salir al andén, cargado de maletas y deseos de callejear la ciudad, se habrá sorprendido en primer lugar con el hombre que inusitadamente amable pretendía llevarle las maletas. Después habrá admirado las paredes pintadas de azul y las palomas o incluso gaviotas, que revolotean entre los vagones.
Quien haya llegado alguna vez en tren a Lisboa habrá acabado seguramente su recorrido en este lugar. Al salir al andén, cargado de maletas y deseos de callejear la ciudad, se habrá sorprendido en primer lugar con el hombre que inusitadamente amable pretendía llevarle las maletas. Después habrá admirado las paredes pintadas de azul y las palomas o incluso gaviotas, que revolotean entre los vagones.
Y es que la estación de Santa Apolónia no ha cambiado mucho desde esta fotografía de 1911, sigue siendo un lugar de encuentro, de partida, de llegada... el lugar donde los trenes ya no pueden continuar, donde su único destino es volver hacia atrás sin pisar las calles de Lisboa, sin subir al castillo de San Jorge o pasear por la baixa en dirección a la Plaza de Comercio.
Es un lugar nostálgico, lleno de personas que miran los trenes. Como yo, que cada tarde llego un poco antes para sentarme en el andén, como si fuera a partir, como si esperara a alguien, para así también formar parte, durante un instante, de la historia de esta vieja estación.
Fotografia de JOSHUA BENOLIEL- Estación de Santa Apolónia, Octubre de 1911
Es un lugar nostálgico, lleno de personas que miran los trenes. Como yo, que cada tarde llego un poco antes para sentarme en el andén, como si fuera a partir, como si esperara a alguien, para así también formar parte, durante un instante, de la historia de esta vieja estación.
Fotografia de JOSHUA BENOLIEL- Estación de Santa Apolónia, Octubre de 1911
7 Comments:
....que magia tienen algunos viejos lugares....
Cuando vaya a Lisboa...Me llevarás a conocer la estación de Santa Apolónia? Di que si, nos sentaremos en el andén a esperar nuestro tren y viajaremos lejos con la imaginación...mmm....
yo conocí lisboa por el año de la muerte de ricardo reis y también por varios de los escritos de bernardo soares (pessoa) que estoy leyendo ahora.
un poco por eso entro a tu página. porque ellos me han acercado a tu ciudad y vos me das un poco de la cuota actual, además de la que pertenece a tu vida, de lo que puedo imaginar de lisboa en buenos aires.
cariños.
nos leemos.
Es verdad Humilde, hay lugares que nos hacen volver de una forma inexplicable a momentos que no vivímos...
un beso
...
Claro que te llevaré India...ayer llovía mucho cuando llegué a la estación y frente a ella había un gran crucero amarrado, el río estaba verde lluvia y parecía mar...
...
Hola voyeur! hay un libro fantástico de Antonio Tabucci que te recomiendo para que sigas encontrando a Lisboa en las palabras. Se titula "Requiem" y Tabucci lo escribió directamente en portugués, como no podría haber sido de otra forma. Tabucci ha escrito mucho sobre Lisboa y Pessoa y tiene libros inolvidables como "Sostiene Pereira" o "La cabeza cortada de Damasceno Monteiro".
un abrazo
M.
Jojojo,en Venezuela el primer metro se innagurò,en 1978.Santa Apolonia es la virgen de nosotros los Odontologos.
salusos.
marcos
Por Lisboa anda mi hija y su marido, desde el jueves, en un largo fin de semana, pero ellos no llegaron en tren...
Las estaciones tienen mucho de alegría y de tristeza, de encuentros y despedidas, de luces y sombras, pero siempre son hermosas.
Bicos.
A esa estación llegaré un día...
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