Algunos la llamaron la ciudad blanca, le dieron mil poemas y canciones, pero para mí es simplemente Lisboa. Y ella me concede este instante para amarla, para guardar su aroma, sus senos de mujer dormida y el color azul de sus tardes de invierno. No soy una amante celosa, no quiero para mí sola ni las calles ni el río ni los barcos anclados. Quiero contarla, aunque me salga la letra triste y la frase partida, quiero contar Lisboa...
4 Comments:
Un honor el de inaugurar la sección de comentarios... Aquí seguiremos leyendo tus palabras tan hermosas...
Muchos besos
Gracias por tu visita Martika, es una felicidad tenerte por aquí...
un gran abrazo
M.
me apunto ya mismo la dirección de la flecha.
beso!
Seguiré tu ruta, te seguiré, letra a letra por tu camino,
un abrazo
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