Viajes distintos
A veces juego en el metro. Supongo que todo el mundo lo hace.
Cierro los ojos y siento el latido del tren, el vaivén de su cuerpo de acero rozando las curvas, acariciando la piel del rail. Después descargo todo mi peso sobre los pies y busco el equilibrio. Le tomo el pulso al tiempo y a la velocidad, y mi cuerpo se balancea al compás de su música. Casi siempre tropiezo y la magia se rompe, pero vuelvo a empezar. El tren me conoce, sabe leer en mi alma el equilibrio que me falta, el compás que necesito y la voz que llevo dentro. Hay momentos en los que el tren y yo somos sólo uno.
3 Comments:
....me encanta que la gente no pierda el gusto por el juego!.... yo siempre que puedo, y para no aburrirme, también invento juegos sobre la marcha, en el autobus, en el tren.... esto de tener que usar transporte público a diario algo bueno tenía que tener!.... :)
De los amores mas efímeros que tuve, se dieron en buses o subterraneos porteños...
Sentarme y verla llegar, que ella me convide con su mirada... y cada cual con su viaje intercalando miradas, alguna sonrisa todo en el silencio que no-regalan los transportes.
O diferente, cuando dejo pedazos de mi corazon en la comisura de la boca de una niña, en su mirada que me es esquiva...
Si, si... en esos ratos de viaje, en que los dos coincidimos en un mismo lugar... cada tanto se da algo lindo.
Niña ya no hay más silencio que el que quieras que haya...ya estoy aqui de nuevo para prestarte mis oidos y darte la mano cuando te sea muy cuesta arriba...
Un besito
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