miércoles, marzo 15, 2006

Lugares


Suelo pensar que consigo orientarme con relativa facilidad en las ciudades que no conozco. Sólo en un lugar me perdí sin remedio; nunca encontraba la dirección correcta de los canales en Amsterdam. Curiosamente otra ciudad llena de canales me hizo perder minutos y horas entre callejones sin salida, pero esta vez con mucho más placer, porque perderse en Venecia es realmente la mejor forma de conocerla.

Cuando llegué por primera vez a Lisboa me sentí en casa, sus calles eran las mías, los rincones parecían recuerdos de otros viajes, ver el río era como mirar hacia el espejo que hay dentro de mí. Pero aún así, existe una pequeña plaza que se ha convertido en mi lugar favorito, a pesar de que pocas veces consigo encontrarla a la primera.

Yo creo que a la praça das flores la protegen sus árboles, el trino de sus pájaros y el zigzag de las callejuelas que conducen a ella; no encuentro otra explicación que la de una conspiración para que aparezca siempre frente a mí al doblar una esquina, por sorpresa, esperándome y mostrándome su belleza de plaza tranquila de cafés y palomas. Tiene mucho de sueño esta plaza, de lugar inexistente o paralelo de nuestro mundo. Espero que nunca encuentre el camino recto para llegar a ella.

Fotografía: pinturas de Dora Iva Rita en la praça das flores.

2 Comments:

Blogger Unknown said...

....estas consiguiendo que me enamore aun más de Lisboa, y que vaya ganando puestos en mi lista de pendientes.... ;)

4:26 p. m.  
Blogger Ana M. García said...

Querido humilde,
entonces espero que pronto deje de ser uno de tus pendientes ;)
un beso
M.

4:54 p. m.  

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