sábado, abril 01, 2006

O herói


Todos hemos tenido alguna vez un héroe. Los héroes son necesarios, nos ayudan a caminar, a perseguir la utopía como bien dijo Galeano. Lo que no nos cuentan es la vida real de esos héroes, de esas personas que en algún momento hicieron algo muy importante por su país, por su gente o incluso por simples desconocidos. No nos dicen que los héroes sobrevivientes de las guerras duermen en las calles y que son desplazados del lugar que merecen por otros que no hicieron nada.

Me resulta un poco difícil hablar de la película "O herói" de Zezé Gamboa. Fui ayer a verla y hoy aún no consigo ordenar mis sentimientos. Nunca estuve en Angola, nunca visité Luanda pero cuando la ciudad se comenzó a dibujar sobre la pantalla de repente reconocí los lugares sobre los que tanto he leído. Y ahí se me encogió el corazón, ante la vista de los musseques (barrios pobres dentro de la ciudad), de los niños vagabundos y descalzos, de los contrastes entre ricos y pobres.

Dentro de la película hay muchas historias, pero la historia principal es la que narra el dolor que queda después de la guerra, el dolor de los mutilados, de los desaparecidos, de los refugiados, de las prostitutas que recorren la noche de Luanda porque no les queda otra, divirtiendo a los dueños del país. Es el dolor, que tiene mil disfraces aunque siempre sea el mismo.

Todo el mundo sabe que Angola vivió 40 años de guerra: primero la guerra colonial contra los portugueses, después la guerra civil entre la UNITA y el MPLA. Todos hemos oído alguna vez hablar de ello, de las minas que con la ayuda de la ONU poco a poco van quitando, pero muy poco a poco porque ya se sabe... cuesta demasiado dinero y tiempo. Pero lo que no sabemos es lo que sienten los niños que sirviéndose de la radio o de la televisión buscan a sus padres desaparecidos; ni conocemos tampoco la tristeza de aquellos que lucharon por la independencia y ahora vagan por las calles sin que nadie les dé una oportunidad para reinsertarse en la sociedad, en el país que ellos, sobre todo ellos, construyeron. No, no sabemos nada, y si lo hemos oído alguna vez se nos olvida, como tantas otras cosas...

Vitorio es un sargento del ejército, un héroe condecorado, que pasó 20 años luchando, desde cuando era casi un niño. Ahora recorre todos los días el camino desde el cartón en el que duerme hasta un hospital en Luanda, con la esperanza de que le den una prótesis, con la que poder caminar y después soñar con un trabajo y con una vida. Cuando la consigue se la roban porque "aquí en Luanda se roba de todo..." y su lucha vuelve a empezar. Manu desea con fuerza que su padre vuelva, él no puede creer que haya muerto en la guerra, sabe que un día volverá junto a él; a su madre ni siquiera la conoció. Judite ha perdido a su hijo y pierde cada noche el cuerpo y la dignidad cuando se entrega a desconocidos a cambio de unos kwanzas.

Todos están perdidos, mutilados, aplastados por la guerra y la posguerra y sobre todo por las diferencias y las injusticias que recorren el país. Y a pesar de todo se encuentran, sueñan, tienen esperanza, quieren, desean y son angoleños, aman su país.

Puedo explicaros lo que vi, lo que no consigo hacer es explicaros lo que sentí...

Hace mucho tiempo, cuando era niña, llegó un curita nuevo a la iglesia de mi barrio. Había pasado 30 años en Angola y venía directamente desde allí. A veces se le escapaba alguna palabra en portugués y a mí me hacia reír. Pero luego se puso a contarnos cosas de Angola, de la tierra, de la gente, de la guerra y del dolor... y se le escapó una lagrima y se puso triste. A mí me dio por pensar que Angola debía ser un lugar hermoso, muy hermoso, para que aquel hombre llorara de aquella forma por haberse alejado. Aún hoy sigo pensando lo mismo.

Si alguna vez la película "O herói" se cruza en vuestra vida no paséis indiferentes ante ella, dejad que os vea.

8 Comments:

Blogger mirada said...

Ana, un abrazo, eres sencillamente bella, gracias por compartir asi..

9:44 a. m.  
Blogger almena said...

gracias, no me la perderé después de lo que te he leído.

un besito

8:58 p. m.  
Blogger Unknown said...

....pues tendré que tomar nota.... si tu me la recomiendas es suficiente.... :)

11:11 p. m.  
Blogger Ana M. García said...

Querida Mirada, otro abrazo enormeeee para ti.

...

Querida Almena, no sabes cómo me alegra saber de ti, no dejes de aparecer, por favor...
un gran abrazo

...

Querido humilde, yo siempre soy un poco apasionada y muy entusiasta, por eso no te fies siempre de lo que digo, pero con esta película sí, toma nota ;)
un beso

11:17 p. m.  
Blogger Nazareno said...

Pues, discrepo, si sos apasionada y entusiasta mas que fiarme de lo que decís, espero contagiarme de todo lo que hagas.

Sigo buscando el lugar de lucha que me corresponde.

Pienso.

Vengo de un buen pais, pero con grandes desigualades. De la provincia mas pobre de mi bella tierra. Gente se muere de hambre tambien por estos lares.

Como duele, a veces, la incopatibilidad entre lo urgente y lo importante.
Como duele ser simple espectador.

No dejaré que se me cruce lapelicula, en cambio, le saldre al cruce! JE!

1:22 a. m.  
Blogger Ana M. García said...

Querido Nazareno,
El dolor nos mantiene lúcidos, para poder luchar, para acabar con el dolor de los otros. A mí también me duele América latina, no podemos ser simples espectadores, tenemos que salir al cruce, como bien dices...

un beso grande
M.

2:46 p. m.  
Blogger Nazareno said...

Hacia allí voy. Es todos los días que lo siento quemandome en el pecho.

Es el destino que me llama.

Ese, al que un día encontraré en el cruce.

5:33 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Esta tarde he visto "o heroi", y me ha encantado su mensaje positivo.
Pese a vivir una situacion muy complicada los personajes son capaces de ver un rayito de luz que les da esperanza de cara al futuro.
En cambio ayer vi el documental "la pesadilla de darwin", sobre la situacion en tanzania, y me dejo muy afectado, es totalmente desesperanzador.

pd. me ha gustado mucho como describes la pelicula, enhorabuena ;)

un saludo

10:54 p. m.  

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