En esas tardecitas...
Su mano abrazando mi espalda. La luz tenue filtrándose entre las rojas cortinas, siempre al compás: un, un, dos, tres, un... Se van volviendo de tangos las tardes de mis domingos lisboetas; y mientras la ciudad aún corre sin descanso por la Av. 24 de Julho, se me cierran los ojos en una canción y descanso de los días en abrazos desconocidos.
4 Comments:
MI querida niña, yo he sido testigo de esas tus "tardecitas"...y me encantaron, el espacio donde bailaban se llenaba de sensualidad...no participé, no...pero si con la imaginación, y vaya si lo hice...
Un besito
Y bailar...y reir...
Un beso, ¡guapa!
Bailar, reir, cantar... con un vino que aterciopela el paladar, y disponga los sentidos.
En brazos desconocidos, o mejor, en esos brazos que son mi hogar.
Gracias por convidar de tu felicidad :)
Corpos próximos que sentem;
O perfume de uma música de tango vibra no ar;
Receio, defesa, afastamento abraçado...
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