jueves, septiembre 14, 2006

Los días rápidos...y los lentos

A veces me gustaría quedarme escondida en el hueco de una palabra, en el último sonido que deja; otras desearía que uno de mis segundos felices se transformara en una vida entera. Los días han pasado casi sin que me diera cuenta, Lisboa se ha vestido con el sol brillante de julio, con la marea de agosto y los atardeceres de este septiembre que ahora se desliza lento y melancólico. Lisboa ha pasado y yo casi no me he dado cuenta...

La vida es un cruce de caminos, y a pesar de eso tenemos que seguir recorriendo el nuestro, ese sendero nuestro solitario, que atraviesa esta u otras ciudades que nos esperan, que nos sueñan en sus calles, en sus cafés de esquina, en los días a los que quizás no llegaremos. Todo lo que somos, todo aquello que sentimos, nació del camino que fuimos dejando hacia atrás.

Siempre imaginé todas las ciudades. Cerraba los ojos y las visitaba sin moverme de mi silla, sentía sus brazos abiertos de madre que sabe comprender el momento en el que la abandonamos. He estado lejos de Lisboa, y me he puesto a caminar sin ella, pensando apenas en mí, viviendo en un mundo irreal que sólo ha existido durante estas últimas semanas de silencios. Un mundo capaz de llenar la vida toda.

Y aún así Lisboa ha seguido estando aquí: sus miradores bajo el sol de la tarde, las paredes blancas de Alfama, el río plateado por la mañana...todo ha seguido estando aquí sin mí. Aunque yo no viera sus calles, sus calles seguían mis pasos, siempre en secreto, como si quisieran abrazarme en un descuido o a la vuelta de un callejón.

Es extraña esta vuelta, como extraños son mis días, pero dicen que es necesario partir para poder volver...

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Estuve en Lisboa el 9, 10 y 11 de este mes.
Pensé mucho en ti, en encontrarte en cualqier rincón...
Lisboa estaba preciosa.
Bicos.

12:46 p. m.  
Blogger mirada said...

"Todo lo que somos, todo aquello que sentimos, nació del camino que fuimos dejando hacia atrás."
Estoy contigo, Ana, querida, te siento asi, muy querida, es hermoso como lo cuentas, y sentido...muy sentido.
Un abrazo enorme.
Guada

1:47 a. m.  

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